Despertando la Voz del Corazón

    
    

                     A las 3:30 a.m, la hora favorita del insomnio, mis ojos se abren y me enfrento al dolor de espalda que me atormenta durante las horas de supuesto descanso. El dolor me obliga a levantarme de la cama y estirar mi espalda. Mi refugio es una hamaca, donde cambio de postura y me envuelvo en sus hilos para encontrar algo de alivio y con suerte, un poco más de sueño.

     Cómo suele suceder en estas horas de vigilia forzada, mi mente se engancha en pensamientos, intentando encontrar soluciones a mis problemas. Y entonces, recuerdo: "Las soluciones a tus problemas no vienen de la mente, ¿cómo podría la mente que los creó resolverlos? La mente solo revuelve, no resuelve". Con esta idea en mente, intento detener ese ciclo de pensamiento habitual y en su lugar, me sumerjo en un rincón de mi ser, buscando la voz de mi corazón. Hago algunas respiraciones profundas y tomo el  Kindle, para leer y adormecerme, tal vez.  Continúo leyendo el libro "Maria Magdalena Revelada" de Megan Watterson y leo: “Juana de Arco tuvo el coraje de seguir la voz de su corazón, la voz que la liberó de las expectativas del mundo que la rodeaba. Esta voz la conectó con su mundo interior, un lugar que solo ella podía evaluar y actuar en consecuencia. "Actúa y Dios actuará", leí en esas páginas. 

    Esas últimas palabras se quedaron resonando en mi cabeza “Actúa y Dios actuará”, vuelvo a leer el párrafo completo. Pienso en la fuerza tan grande que tendría que tener la voz interna de Juana para haber roto todos lo moldes esperables para una mujer de su época, qué confianza y determinación tuvo en su corazón para actuar. Pienso en lo que estas palabras significan para mí:  ¿Acaso pudiera ser más claro? reconozco mi voz, una voz que he evitado durante mucho tiempo, una voz que me aterra, que me hace vulnerable y me desnuda ante todos. Pero, ¿cómo puedo dejar de escucharla cuando se hace presente por todos lados? Me pide que actúe, que deje de esconderme, que me exprese. ¿El dolor en mi espalda cuando estoy quieta, no es suficiente recordatorio de que necesito moverme? ¿Las señales que me llegan a través de otras personas y libros como éste no son suficientes? Yo he estado esperando todo el tiempo a que Dios mueva todas las fichas por mí. Pero él permanece observándome con ojos compasivos y pacientes, me da la mano y  dice, -Vamos juntos, parece que eres tu quien tendrá que hacer todo, pero no tengas miedo,  actúa y yo actuaré junto contigo, solo déjate llevar, confía en mí, confía en tí, somos UNO-. Despierto de esta ensoñación de mi plática con Dios  y ya no quiero dormir, me levanto de mi hamaca y corro a  escribir lo que serán las primeras líneas de este Blog.

    No estoy segura de si las palabras que compartiré por aquí serán de utilidad para alguien más, pero de seguro lo serán para mí. Necesito encontrar nuevamente mi voz, si es que alguna vez la reconocí, de tanto callar se volvió tan tenue que ni yo misma podía escucharla. Pero plasmarla  en blanco y negro la hará incluso visible y hasta inmutable, al menos para mí, y eso será suficiente.

    Querida lectora o lector, espero que en estas humildes letras encuentres algo que resuene contigo y te inspire a encontrar tu propia voz, la voz de tu autenticidad, la voz de tu corazón.


Bertha de la Peña Calero


*Fuente de la imagen: 
https://www.pinterest.com/pin/382454193358509984/

* Watterson Megan "María Magdalena Revelada" Editorial Sirio: 2019


 
            

                                             







Comentarios

  1. Pareciera ke la vida pasa x un@ y no un@ x la vida...
    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Acabo de leerte Bertha y pienso en tantas mujeres con voces apagadas, esperando... te compartiré, para que, sabiendo que así nos hemos sentido muchas veces, ellas se sientan comprendidas y menos solas...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares